Un análisis preliminar de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) reveló que cerca de un tercio de los congresistas en Colombia estaría vinculado a casos de acumulación irregular de tierras baldías.
Harman explicó que la ANT ha iniciado un ejercicio de revisión e identificación de congresistas relacionados con estos casos, y aseguró que ya existen expedientes abiertos por la ANT con identificación predial específica.
“Nosotros hemos revisado de forma clara cuáles son presuntamente los congresistas que acaparan la tierra en Colombia”, afirmó en la intervención.
Este proceso, en etapa administrativa, busca esclarecer cómo se estarían violando normas sobre el uso de estas tierras.
Algunos nombres destacados en la denuncia incluyen al senador Marcos Daniel Pineda, señalado por presuntos manejos irregulares de terrenos en Cereté, Córdoba; la senadora Liliana Esther Vitar, por un predio con presunción de baldío en Ciénaga de Oro, Córdoba; y al senador Lidio García Turbay, investigado por un caso vinculado a un predio en San Juan de Nepomuceno, Bolívar, según detalló Harman.
En la lista también figuran otros congresistas que enfrentan investigaciones similares. Entre ellos se encuentra la representante Ana Paula García, por posibles vínculos familiares asociados al acaparamiento de tierras en Córdoba, así como el representante Carlos Cuenca, con un proceso relacionado en Puerto Carreño, Vichada, donde ya se completó la fase administrativa.
Además, el senador Javid Méndez aparecía ligado a predios investigados en Vichada y Valle del Cauca. Otro nombre mencionado fue el de Luis Eduardo Díaz Mateus, representante investigado por un predio en Cerrito, Santander.
Asimismo, Harman aludió a familiares de la senadora Paloma Valencia, cuyas propiedades en Vichada y Tolima también están bajo revisión por la ANT.
Según el director de la agencia, todos estos casos han sido abordados en el marco del actual gobierno y aún se encuentran en etapas de análisis administrativo.
En el caso de la SAE, se estima que la disponibilidad pueda incrementarse de 67.000 a 428.000 hectáreas.
El señalamiento directo a funcionarios públicos de alto rango ha generado un fuerte revuelo en el panorama político colombiano.
La acumulación irregular de tierras ha sido un tema recurrente en el país, ligado a desigualdades históricas en la tenencia y uso del suelo.